jueves, 29 de septiembre de 2011

"Dj editores", un año después

Hay que ver lo útiles que me son los artículos que recorto, guardo y, por casualidad, releo. Hoy me he encontrado con uno del gran crítico Ignacio Echevarría titulado "Dj editores", publicado el 11 de junio de 2010 en El Cultural de El Mundo.

El título se basa en la idea de que el paradigama de los editores independientes viene a ser el del disc jockey: "no mola tanto hacer música como saber pincharla". Pero no, no es esta idea la que quiero destacar de Echevarría, sino esta otra:

"Es cierto, sin duda, que bastantes de las nuevas microeditoriales trabajan con los materiales residuales que desechan las editoriales más grandes, y que en este sentido vienen a ocuparse de la casquería de la industria, por mucho que a sí mismas se presenten (y robo el chiste de un amigo) como "el rincón del gourmet". Pero esta relación simbiótica puede establecerse bajo un signo inverso cuando, por virtud de su liviandad, las pequeñas editoriales -al menos las más despiertas y funcionales- son capaces de actuar tentacularmente, y no sólo sirven como radares de lo que está por venir, sino que trabajan positivamente una capilaridad que les está vetada a las grandes y medianas estructuras, permitiendo conexiones en reducida escala, posibilitando pequeños circuitos que se ajustan a la configuración cada vez más reticular de la nueva cultura".

Gran párrafo, ¿verdad? Pues démosle un abrazo a los nichos editoriales.       

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