Como ya os comenté, hace unos días leí el libro de Jean Echenoz, Jérôme Lindon, editado por Trama (gracias a esta editorial por el gran trabajo divulgativo del mundo de la edición).
Bien, pues al final de este breve libro, el editor español añade la siguiente nota, y que da unas perfectas claves de lo que debe ser un gran editor literario:
"Jérôme Lindon se convirtió pronto en un gran editor, con la sagacidad suficiente para reconocer nuevos talentos y virtudes, y capaz de tratar a sus autores, de los que era crítico y devoto, con rigor e incluso dureza, a la vez que los ensalzaba y elogiaba sin medida dependiendo de su humor. Tenía buen gusto, apreciaba la perfección y la exquisitez, y además de ser considerado uno de los mejores editores de Francia, se le reconocía arriesgado, impertinente y radical pero sobre todo inteligente, trabajador y empecinado".
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