Uno de los gurús del periodismo freelance es el
intrépido reportero canadiense Justin
Ling. Lo de “intrépido reportero” parece una de esas frases hechas del
periodismo, como “marco incomparable” o “antiguas pesetas”, pero en el caso de
Ling, que, entre otras hazañas, se fue a Afganistán por su cuenta y riesgo a documentar
los asesinatos de los señores de la guerra, viene al pelo.
Algunos de los principios de Ling para mantenerse
vivo en el mundo del periodismo
cuentapropista son los siguientes:
1. Nunca trabajes gratis. No
regales tu trabajo, a no ser que lo hagas como compromiso personal y para
alguien que de verdad no te pueda pagar. “El
problema de no pagar a periodistas es que establece un estándar en el mercado,
por lo que es imposible de sostener periodistas independientes”, explica Ling.
2. Pero tampoco desprecies un sueldo bajo. Ling, que
ya es un freelance consagrado, explica que sigue escribiendo para webs que
pagan “una miseria”. Lo hace porque es en el único sitio donde puede hacer
“obras de amor”. En esos sitios puede escribir con plena libertad sobre temas
que no tienen cabida en los grandes medios, pero que es importante que lleguen
hasta la opinión pública.
3. Los periodistas independientes son mejores. Ling
defiende que los periodistas de plantilla son un grupo cada vez más
acomodaticio, mientras que los lancers,
a quienes define como “rebeldes sin causa” o “grupo de perturbadores” están
dispuestos a jugarse el tipo por publicar las historias que realmente demanda
la sociedad.
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