El panorama laboral en los medios de comunicación
no está para tirar cohetes. Con permiso de los arquitectos, los periodistas son
los profesionales cualificados que más están sufriendo una crisis que, en el caso de la prensa, es doble: crisis de ingresos
publicitarios y crisis del modelo, ante el cambio de paradigma que supone
Internet.
Aguas revueltas, sí. Pero en estos mares agitados,
donde los grandes trasatlánticos
informativos se están hundiendo, muchos
se mantienen a flote con embarcaciones más pequeñas. La flexibilidad se ha
convertido en la clave de la supervivencia de los negocios informativos y,
consecuentemente, cada vez hay más demanda de profesionales que asuman trabajos
puntuales; cobrando nueva relevancia una figura que siempre ha estado vinculada
a este oficio, pero no siempre ha sido bien valorada: la del periodista freelance.
Hasta ahora, las
desventajas para trabajar como freelance parecían determinantes para la mayoría.
La inestabilidad laboral y el pago único por un trabajo que puede durar
meses parecían capaces de desanimar a los menos valientes.
Frente a estos argumentos, periodistas por cuenta propia como el norteamericano
Chris
Roberts -quien ha trabajado para las cabeceras más reputadas de San Francisco-,
oponen uno solo, aunque determinante: “la libertad”.
Pero hoy en nuestro país la opción de freelance, cuenta con otro
factor a su favor: el hecho de que la alternativa, el trabajo por cuenta ajena,
ya no ofrece seguridad.
Un ejemplo. En 2011 cerró la edición de papel del diario Público,
dejando a casi 300 trabajadores en la calle. Casi un año más tarde, parte de su
equipo directivo ponía en marcha un nuevo medio digital, elDiario.es. Hoy, otro año después, este
medio es uno de los digitales con mayor tráfico y ya ha alcanzado virtualmente
la rentabilidad. Sólo
cuenta con 16 trabajadores en
plantilla, pero,
a cambio, tiene 120 colaboradores,
la mayoría periodistas.
Algo ha cambiado en el periodismo y una forma de adaptarse a
ese cambio es abrir la mente a la idea de trabajar por libre. No es fácil: se
requiere disciplina, dominio de diferentes herramientas y lenguajes periodísticos…
y, por supuesto, la capacidad para conseguir exclusivas; pero, dado que
pensamos que el esfuerzo merece la pena, dedicaremos varias entradas a lo largo
de los próximos días a desentrañar qué es lo que necesita un periodista freelance para triunfar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario