Las memorias corporativas son una herramienta de comunicación en boga para ejecutar las estrategias de las compañías. De diversas temáticas y contenidos (memorias de balances, de voluntariado, de RSE, etc.), todas demandan la contratación de servicios editoriales. Insertadas en el sector de las publicaciones corporativas, las memorias corporativas sirven de gran utilidad para dar a conocer la actividad y rendimiento de las empresas e incluyen información necesaria para cumplir con los objetivos de transparencia y multicanalidad que exigen los estándares de calidad actuales. No suelen ocupar más de 50 páginas con el objetivo de no desanimar a sus lectores. Un estilo profesional y ameno son sus mejores aliados.
Las memorias corporativas no suelen abordar únicamente los datos económicos de facturación,
crecimiento o internacionalización de las compañías que las protagonizan. Sus miras van mucho más allá ya que incorporan datos importantes para que los grupos de interés (stakeholders), sean internos (trabajadores de la propia empresa) o externos (accionistas, medios de comunicación, proveedores y clientes), generen una imagen veraz y precisa de la compañía.
Gestión de intangibles
Las memorias corporativas son herramientas de gran capacidad para desarrollar el branding y gestionar la percepción de la sociedad en su conjunto. Además de detallar los logros económicos importantes sin revelar la estrategia a la competencia (creación de nuevos partners, afiliaciones, apertura de nuevas sedes, internacionalización...) estos documentos deben destacar, también, la misión y los valores compartidos que promueve.
En resumen, hay que tener en cuenta que las memorias corporativas son publicaciones de compleja elaboración que deben abordar punto a punto y con una metodología clara asuntos como el capital social, el organigrama o la forma jurídica en la que se constituyen. Sin un fuerte compromiso de los socios capitalistas y la alta dirección de las compañías no podrían llevarse a cabo.
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