La narración
ha acompañado al ser humano desde sus orígenes y, de hecho, hay antropólogos
que defienden que es precisamente esa capacidad de contar historias lo que nos
hace humanos. La narración, definida como la acción de referir lingüísticamente
una serie de hechos, no solo es consustancial a la humanidad, sino que ha
evolucionado a medida que ésta ha ido adquiriendo nuevas capacidades y
tecnologías.
Así, la primitiva narración
oral dio paso a la narrativa textual
con la invención de la escritura. Mucho después, el cine, la radio y la
televisión crearon nuevas posibilidades para contar historias, agrupadas dentro
de la categoría de narrativa audiovisual.
La narrativa
multimedia nace con el siguiente gran salto tecnológico, el ordenador
personal, y se generaliza con Internet. Una
forma sencilla de definirlo sería decir que es una mezcla
de todos los tipos anteriores de narración. La misma palabra multimedia indica la combinación de múltiples medios de comunicación. En un mismo proyecto aunamos texto, audio, imágenes, animación y video.
Pero este formato narrativo no es solo una mezcla de
ingredientes agitados en la coctelera, sino que añade posibilidades con las que
los anteriores géneros no contaban, como la de la interactividad. En los sistemas informáticos se establece una relación entre
el usuario y la máquina de manera que cada uno de ellos responde a los
estímulos del otro.
Productos multimedia son, por ejemplo, los videojuegos, las aplicaciones
móviles, la mayoría de los periódicos on-line y las películas en DVD que
cuenten con la posibilidad de acceder a opciones extra o saltar a las escenas
deseadas.
Está claro
que aprovechar estas nuevas
posibilidades también requiere nuevas capacidades por parte de los autores y
editores del contenido. El profesor Timothy Garrand, en su libro ‘Escribir
para multimedia y la web’, explora las habilidades que debe reunir el
escritor interactivo: “¡Escribir un buen
texto no es suficiente! ¡Crear guiones atractivos para vídeo no es
suficiente! ¡Escribir audio como profesional de radio no es suficiente! ¡Hacer
que los personajes revivan con diálogos instantáneos no es suficiente! Como
escritor del medio interactivo, tiene que hacer todo eso y más”
Durante los próximos días, vamos a dedicarnos a hablar de la narrativa multimedia y su relación con
los productos editoriales. Todavía hay en el ámbito de la industria editorial
quien la ve como una amenaza. Sin embargo, en Edamel encontramos un sinfín de
posibilidades para nuestro ámbito, como veremos a lo largo de los próximos días
en el blog.
Interesante artículo, y sí, es una tendencia con infinidad de posibilidades.
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