Saber para qué se crea un proyecto y a quién va dirigido,
aportar valor y ser fiel a las propias señas de identidad, son principios básicos para lograr el éxito para las revistas culturales digitales.
Esta fue una de las principales conclusiones a las que llegó la mesa redonda ‘Publicaciones
culturales ante el reto digital’, organizada por Revista de Libros
el año pasado.
¿Qué quieren los
lectores digitales de cultura?
Lo primero de todo, tendremos que convenir en que los
usuarios de revistas on-line de cultura son un público muy diferenciado. Su
perfil no tiene nada que ver con el internauta habitual, que busca la
inmediatez y el consumo masivo. Ricardo Jonás, subdirector de Jot Down,
una de las revistas culturales de mayor éxito en nuestro país explica así una
de las claves de su éxito: “Desobedecimos todo lo que nos aconsejaron y nos ha
ido bien. Llevamos el modelo del papel a Internet, publicamos artículos largos
y la gente los lee”.
El éxito de Jot Down -que, por cierto, ha sido tal que le
ha llevado a seguir el camino inverso
al de la mayoría y ha lanzado su versión en papel-, nos sirve para identificar
tres claves que responden a la pregunta de qué quieren los lectores digitales
de cultura.
- Contenidos de calidad y pensados para la lectura reposada. Aquí las limitaciones de espacio que a veces sufre el papel no están, ¿por qué no olvidarnos del mantra de la brevedad en la web aprovecharlo para dar contenidos extensos?
- Enfoques distintos. Urge diferenciarse del contenido informativo "de teletipo" que abunda y se multiplica en Internet. Ricardo Jonás, de Jot Down, menciona entre las claves de su aceptación, la importancia que dan a que sus contenidos tengan “otro enfoque”, ya sea literario, humorístico, etc.
- Diseño
atractivo. Jonás presume de Jot Down ha
rechazado ofertas de publicidad “muy jugosas” por ser “invasivas”
y dañar la cuidada imagen de ésta revista digital, caracterizada por el
uso del blanco y negro.
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